viernes, 12 de febrero de 2010

LA NAVIDAD

En una ciudad donde las casas estaban repletas de nieve y los caminos abandonados vivía un niño al que solo le gustaba que le regalasen juguetes y regalos por Navidad, no le importaba si no iba a la iglesia, si no celebraba el nacimiento de Jesús, no le importaba nada de eso. Pero hubo una personas que lo iban a cambiar todo.
El niño se llamaba Guillermo, un día Guillermo pudo encontrar el sentido a la Navidad. Guillermo era huérfano, no tenía padres, solo unos tíos que lo querían mucho pero vivían muy lejos. El pobre Guillermo estuvo en un internado ocho años, cuando fue creciendo se iba volviendo más odioso, porque no tenía amigos y los niños que había en el internado lo humillaban haciéndolo la vida imposible. Cada vez odiaba más a la gente porque se sentía muy solo. Cuando Guillermo cumplió los diez años las monjas que lo cuidaban le dijeron que ya le podían adoptar, pero como era tan odiado ninguna pareja lo quería. Guillermo se sentía mal, no entendía porque nadie lo quería adoptar. Estuvo esperando pero nada, hasta que el diez de diciembre adoptaron a Guillermo. El niño se puso muy contento pero lo malo que se sentía un poco extraño porque eran sus nuevos padres, pero de todas maneras Guillermo se adaptó en seguida. Cuando llegó Navidad Guillermo decía que quería todos los juguetes que había, sus padres le explicaron que no importa el comprar un montón de juguetes porque eso no te hará feliz del todo. Guillermo se puso muy feliz al oír esas palabras porque era lo que siempre había deseado y cada Navidad Guillermo dice: "No me importa los juguetes que me regalen sino tener una familia con quien disfrutarlos, porque en Navidad ningún niño tendría que estar solo.

2 comentarios:

  1. Estra histoira se puede encontrar en
    http://edu.jccm.es/cp/ntra.de.la.piedad/index.php?option=com_content&view=article&id=226:redacciones-navidad-2009&catid=182:actividades-curso-2009-2010&Itemid=126

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  2. Quedo claro.
    lo siento Ana, se que te he decepcionado y no lo volvere a hacer no se me ocurria nada y no me daba tiempo.

    un cordial saludo.
    Cristina villa

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